martes, 5 de agosto de 2008

(Del verano. De este verano que pasó)

.
Hablando de la peatonal nueva, no sé si me gusta tanto en realidad. Me parece que no. Está como muy ancha. Como desprolija. Como que no parece una peatonal. Parece un baldío con piso de piedra o de no sé qué. Parece un gran baldío fantasma por donde pasa gente fantasma y donde hay mesas y sillas y negocios fantasmas (algo así como los restaurantes de “El Viaje de Chihiro” cuando llega la chiquita con sus papás y los papás se ponen a comer y comer en un restaurante que estaba abierto misteriosamente en medio de los cerrados demás y después se convierten en chanchos). Encima siempre está sucia. Y la gente que se sienta a comer en las mesas está comiendo en medio de toda esa suciedad y de la gente que pasa todo el tiempo. No sé… No me gusta. Ahora en verano están todas las chiquitas paseando con la ropa de moda. Este año tocó pasear con pantalones “chupines” (ajustados hasta abajo: un asco) y con remeras deformes que te llegan hasta las rodillas. Chatitas en los pies. “Muy ochenta”. Si pudieran ver esas criaturas que en realidad era un asco la década de los Ochenta… ¡Por dios! La música: un horror. La ropa: un horror. Los peinados: un horror. Me acuerdo de que mi hermana había cumplido los 15 en el `88, pobre, y le habían hecho su fiesta. Yo tenía 6 y zafé un poco, porque era chica, pero todas sus amigas vestidas con esos vestidos horrorosos con elástico arruchado desde el cuello hasta las piernas, con un moño o una flor rosada gigante en la cintura, con esos flequillos florero en las frentes. ¡Que feo! ¡Y la música!: la batería ochentosa esa horrible que no te deja en paz. No. En fin. Escribo esto para no deprimirme. Mi novio anda con sus rarezas metafísicas: quiere estar solo, no sabe qué quiere, etcétera. Un embole. Escribo para no ponerme a pensar en eso, en realidad.

2 comentarios:

Lucía dijo...

yo no tuve tanta suerte como vos, si bien mi hermana tenía su jopo "banana", chatitas blancas que eran la muerte y un vestido que alguien atinadamente le puso "bobo", yo, tuve que llevar con la frente muy alta un corte "carlitos balá" hecho por mi mamá. Un atentado.

M. dijo...

Jajajaja.
De terror! Uno siempre hubiera querido no tener nunca una madre que se haya puesto a hacerte pasar por una cosa así. (Con todo respeto a tu madre, que, pobrecita, hacía lo que podía con la época también, seguramente).
:-)