miércoles, 9 de febrero de 2011

Primera versión (larga) de lo que después fue un poema (corto)

.
PUENTES
.
La señora se tiró del puente a la palidez de la cara de mi amiga, que me lo contaba. Y yo me traje a cuestas sin saberlo el olor característico que ya no está o que ya no es característico. Eso y el frío en la cara. Y aunque hubo un paréntesis en el que nos reímos de la Caperucita de color de rosa y de Pinocho (que tampoco tenía corazón y sin embargo mirá todo lo que consiguió), después de que mi amiga se fue y de que yo volví a cruzar la plaza con frío en la cara y de que me traje a cuestas el olor característico, me doy cuenta de que nuestras sonrisas son sonrisas ahora a veces de grandes conocidas y otras de conocidas grandes.
En fin, en el colectivo a ella ahora le habrá vuelto la palidez como a mí me ha vuelto el frío.

3 comentarios:

Leo Mercado dijo...

Ja! Yo leí ese poema corto, una vez, en un colectivo.

Leo Mercado dijo...

Ja! Yo leí ese poema corto, una vez, en un colectivo.

M. dijo...

:-)

(Y le faltaban dos páginas al libro. ¿Fuiste prolijo y responsable, Leo, y las imprimiste, recortaste y adjuntaste? Ya voy a ir a hacer auditoría de biblioteca a Vaqueros, jaja).
Besos.