sábado, 22 de agosto de 2009

CHICA BULY *
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(Basado en hechos reales...)

La onda era que había que ir al centro a encontrarse con Buly para filmarle un clip. Yo no sabía nada de cine, la verdad. Pero el Ciego decía que tenía buen ojo para la fotografía. Y había que creerle. (Todo era así con el Ciego: cuestión de fe). El trípode tenía algo roto y no se quedaba parado. Había que pasar a buscar uno sano por la casa de alguien, en Belgrano. Bajar en la moto desde Chijra y tocar el timbre de la casa.
(Mi hermana sale en un clip de Buly. En el del Nacional. Año 89. Justo filmaron cuando ella iba entrando al colegio, temprano. Después dice que fueron a su curso y les dijeron que salieran al patio a saltar, así los filmaban. “La primavera llegóóóó, la primaveraaaa. La Fiesta vive en Jujuuuuuuy con flores nuevaaaas”. Y ahí sale mi hermana, saltando al lado del ceibo. (También sale en uno de Adrián y los Dados Negros, en el dique. Ella iba con mi prima en una canoa remando y llegó todo el grupo de Adrián con sus trompetitas de utilería y se pusieron a filmarlas. Ellas se dieron cuenta y entonces pasaban remando para adelante y después para atrás, las opas, para salir en el video)).
Llegamos y no había nadie. Un cartel en la puerta que decía que pasáramos -nomás-, que el trípode estaba en el living.
Alberto Buly vive en la Güemes, casi al frente de la plazoleta de la estatua de Lola Mora. (Con mi amiga Lauri le pusimos de nombre “El siglo XVIII” a ese lugar. Tenía como una callecita de adoquines entre la plazoleta y las casas, antiguas todas. Era como entrar en otro ritmo, lento, peliculesco. Una tenía una escalerita que subía hasta una puerta y siempre nos sentábamos ahí a mirar pasar los autos o a esperar la hora para entrar a clase).
En la parte de adelante de la casa, Buly tenía una revistería. Vendía de todo. Revistas nuevas y viejas, comics. Cuando llegamos, el tipo estaba hablando con alguien que iba a traerle un equipo de luces. Íbamos a ir a una casa en Los Perales. El casero era amigo suyo y los dueños estaban de vacaciones; así que, decía, no había drama en entrar y filmar ahí. La casa tenía un living grande y una escalera interna que subía a otro salón con un balcón que daba al mismo living. La idea era que él iba a vestirse con ropa draculesca; una camisa con vuelos en el pecho y cosas así; y que otro amigo, vestido igual, iba a hacer playback con una guitarra para hacer una introducción acústica del tema. (“No lo dejen entrar, drácula viene, viene a chupar. Y si logra pasar sólo con leche lo correrán”). Él iría subiendo por la escalera hasta llegar al balcón. Y ese era todo el guión. (Con el Ciego nos mirábamos de reojo).
Estábamos también a la espera de “las Brujitas”. (El grupo se llama así, “Alberto Buly y sus Brujitas”). Una de las Brujitas era la mujer de Buly y la otra todavía no daba señales. Según me dijo el Ciego después, Buly le tiró la onda de ponerme a mí como Brujita, de última. “No. Ella no puede. Tiene que filmar”. Al rato llegó la otra. Era la concursante jujeña del programa “Pop Stars”. Rubio furioso. El casero de Los Perales no aparecía por ningún lado así que ahí nomás Buly tomó la posta y caminó unos metros hasta Zeppelin a hablar con el dueño.
Se me ocurrió llamarla a mi hermana para que viniera a ver. Le gustaban las canciones de Buly. La de drácula y “Llamas en el hielo”. Pero justo estaba en El Carmen y me dijo que le preguntara si tenía algún disco. Yo le dije que se lo iba a hacer autografiar.
Las chicas se quedaron a producirse en lo de Buly y nosotros nos fuimos a Zeppelin. Había que ubicar “la escena” en un lugar en que no hubiera espejos, sino íbamos a salir filmados nosotros, filmando. Quedaba un espacio entre la puerta y la barra. Con los afiches de Mick Jagger y no sé qué otro rockero atrás, de fondo. Los carteles de Brahma. El tipo de las luces descargaba caños desde un Rastrojero viejo parado en la puerta y armaba todo desde el otro lado.
Después llegaron las dos señoritas, con sombreros de bruja de cotillón de Doña Flora, uñas postizas, minis, remeritas ajustadas, maquillaje cargado y, por supuesto, botas. Bien altas. “Pasión de Sábado”, un poroto. Las paramos en los asientos largos que están empotrados en la pared, debajo de los afiches de Jagger, dimos luces y empezamos. El ciego con una cámara prestada –también- y yo con otra, más viejita. Las chicas pasito bailantero a full; Buly haciendo playback, apasionado en rostro y manos, mirando a la cámara, dramático. Las colas de las chicas, obvio. Unos cuantos -vinculados a la causa- alrededor, mirando. Alguien tratando de reprimir a los hijitos de Buly que se cruzaban todo el tiempo. Un buen rato estuvimos. Repitiendo todo varias veces hasta que el maquillaje y el pelo vaporoso de las chicas ya no daban más. Después lo pasaron un buen tiempo al clip como cortina de canal 7. No teníamos cable, entonces siempre estaba el tele en ese canal. Yo escuchaba la musiquita y venía rápido desde mi cuarto o desde la cocina. Le decía a mi hermana: “Mirá, esa toma la hice yo”. Y sonreía..
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*[Publicado en Revista Intravenosa Nº 8 ( Jujuy, Agosto de 2009)].

3 comentarios:

Leo Mercado dijo...

Jua! Copado...
Beso.

bambi dijo...

yo soy vecina de el .. vivo en frente jajaja justamente ando buscando el vídeo .. pero nunca lo encontré ; se lo tendré que pedir a canal 7 ??

M. dijo...

Somos todos vecinos! Ja.
Y preguntale a él directamente, me parece... No creo que lo tengan todavía en Canal 7.