miércoles, 24 de junio de 2009

Fuimos a ver una película a un lugar en donde vendían pollos. Bien arriba, escondido, por el bulevar. Entrabas y era toda una pared de pollos ensartados dando vueltas. Entonces pasabas para un costado oscuro y había una galería con mesas y al fondo, grande, la película. Estaba bueno. Después nos volvimos caminando, reflexionando sobre la importancia de que no se hiciera demasiado conocido aquel lugar.

4 comentarios:

palchurrete dijo...

"El gran secreto de la Nati".
Años manteniendo una amistad, con el único propósito de que me lleve a la tan exótica pollería cineatográfica.
Vamos! invítenme!(prometo no abrir mi bocota si me dicen donde queda) :P
¡y me juego con una ronda de patamuslo!

M. dijo...

:-)
Dale! Vamos!
(Primero le preguntemos a la Nati... No quiero conflicto con mi amiga...)

La Nati (parece que fuera toda una entidad) dijo...

No se preocupe amiga querida... todavía sigue siendo un lugar desconocido.

Vuelva así vamos...

M. dijo...

Jaja. (¿A la risa también se le pone punto?)
De guán!
Necesito pasar por esa experiencia de nuevo!