miércoles, 13 de agosto de 2008

¿Por qué se supone que las cosas tienen que ser así?
Alguien tiene que venir y decirte.
Siempre hay alguien que viene y te dice.
(No me gusta eso. No está bien).
(Me gusta comerme un helado de un gusto que se llame de una manera graciosa. Un helado de chocolate africano. Y al lado mío alguien con lunares bonitos en el mentón va comiendo otro pero de nombre más coherente, más nevado. Y llegamos a un lugar que tiene un puente que siempre me gusta, le digo. Y le hace gracia. (Que siempre me guste). Y entonces yo pienso en eso y después lo escribo en mi cuaderno azul).
Ella pisa las hojas secas que se olvidó el invierno. (El otoño no se las lleva. Las deja ahí para el invierno y el invierno se las olvida y ella las pisa. (Se las olvida para que las pise ella). Le gusta el ruido que hacen al quebrarse cuando las pisás).
Después dos palitos desnudos. Dos palitos que tuvieron copos y que ya no. (Se les volaron. Se les volaron todos). El silencio, su camisa a rayas y lo incallable de mi estar segura de su destino inevitable. (De poeta. Ya vas a ver).

4 comentarios:

Veronika dijo...

¡Hola! Di con tu blog por la lista de enlaces de intravenosa, y me gustó mucho.
Me gustaron los versos que encontré, los cuentos...en fin, todo el surtido de galletitas.
Me encantaría incorporarte a mi lista de links, siempre que estés de acuerdo, por supuesto. ¡Felicitaciones por el blog!

Seguiré visitándote.

¡Saludos!

M. dijo...

Hola Veronika! Gracias! Qué lindo! A mí me gustó mucho el nombre de tu blog (lindo poema el de los mil caballitos). Pasaré a visitarte yo también y a leerte.
Ponga nomás el link. Yo haré lo propio. :-)
Saludos!

Anónimo dijo...

Acá falta un post! Justo que lo quería comentar

Mx

M. dijo...

Eeeh... ¿El comentario iba a ser bueno o malo? (Si era bueno, capaz lo volvía a poner... Jeje).

(Na, no sé. De pronto me puse insegura... Me salió así como muy de la pasión y después lo volví a leer más tranquila y ya no supe... Y lo saqué. Igual lo tengo ahí en borradores. Esperando...).